Jesús astrológico
Hace muchos años el anuncio de una concepción inmaculada prometía la llegada de una divinidad a la tierra, cuando Thaw anunciaba a la virgen que pronto concebiría al hijo de Dios con el espíritu santo, Nef, sin haber consumado su unión. Una gran estrella, Sirius, la estrella del este, guiaría a los 3 reyes, apuntando en un 25 de diciembre su alumbramiento, para luego, a los 30 años, bautizado por Anup, empezar su ministerio con seguidores, siendo su destino, la muerte y resurrección; su nombre, ...Jesús?, pues no!, era Horus, también llamado Krst, el Primer Ungido, el Único en las alturas, Claro!, 3 mil años antes que el hijo de María fuera crucificado en Jerusalén; 3 mil años antes, en las tierras de Ra, en donde los judíos también estuvieron. y vivieron (1770 a.c. hasta 1250 a.c.). Las similitudes son obvias; habría de ser demasiado necio, bruto o tener demasiada Fe, que en casos de uso cerebral es lo mismo!, para no reparar en tan escandalosas casualidades: En los años del cristianismo en Roma, 3 mil quinientos años después, el pueblo egipcio no opuso resistencia a la difusión de este nuevo credo en sus tierras, la Iglesia Copta, iniciada por San Marcos, entendiendo a Jesús, como un sincretismo vinculado a Horus, y a Isis representando a María.
Sería totalmente natural que el judaísmo, credo de donde nace el catolicismo, al ser el pueblo de Dios sometido en tierras egipcias, adoptara ciertas características, costumbres y hasta formas del pueblo dominante, Egipto; similitudes entre la religión hebrea y egipcia que ha llevado a, por ejemplo, Sigmund Freud y Ernest Sellin, sostener que Akhenatón es Moises. Pero, si Jesús y Horus son el mismo personaje, significaría que ambos son la creación de una mitología astrológica como lo sostienen diversos estudiosos como Dupuis (1742-1809), John Mackinnon Robertson (1856-1933), o el mismo Voltaire (1694-1778), filósofo francés precursor de La Ilustración, -- período que enfatizó el poder de la razón humana, la ciencia y el respeto hacia la humanidad --, entre otros; compartiendo semejanzas con otras míticas y fantásticas divinidades como Attis, Mithra, Dionisio y Buda, y no una figura histórica, más allá de su relevancia divina, que haya pisado tierra y compartido espacio y tiempo con la raza humana.
Silvi habló al respecto, cosa que fue lo que me provocó releer a Horus, e incluso cita ella, entre sus enlaces un video documental titulado en alemán como el movimiento cultural, Zeitgeist, El espíritu del Tiempo, en castellano, de Peter Joseph publicado en Google Videos, en el que muestra las similitudes que sirven de base a Dupuis para la mitificación de Yoshua el Cristo, el poder del credo, la manipulación de la información y por ende el control social. Con respecto a la primera parte del video que enfatiza en Cristo y su presencia histórica debo decir que no he hallado las bases de algunas de las relaciones que halla el autor entre el rey de los Judíos y las demás divinidades, cosa que se puede deber a mi limitada capacidad detectivesca en tales aventuras y que, confieso, aun busco; pero que de ninguna manera descarta las otras vinculaciones que pueden ser halladas fácilmente en cualquier libro de historia, de Mitología Egipcia, o en Wikipedia misma. Siempre, toda religión, se ha basado en la ignorancia de sus adeptos, para la divulgación de su palabra; prueba de ello, es la gran cantidad de católicos cuyas únicas palabras de la biblia que conocen son las de las películas o las que oyen a regañadientes en los sermones, pero nunca de la Biblia misma y en toda su extensión.
Particularmente, soy ateo como conclusión de la poca o mucha información que recogí ante lo que la razón me gritaba de inconsistente. Sin embargo, siempre creí en un Jesús histórico, por lo que caigo, como siempre, en la misma idea de que siempre hay qué aprender y, lejos de afirmar o negar su existencia, pues, como debe ser, sólo me toca, buscar y llegar a mis propias conclusiones en la privacidad de mi humilde rincón, como cada uno de aquellos que buscan respuesta y no se conforman con el cómodo placebo de la fe.
"La primera gran virtud del hombre fue la duda, y el primer gran defecto la fe".Carl Sagan